El payaso y su doble
Teatromuseo recibió este fin de semana a “El Payaso y su doble”, obra autobiográfica de Óscar Zimmermann. Sin duda, uno de los mejores espectáculos que ha recibido la sala teatro.
Con un muy buen texto, relleno de actuaciones sólidas, Oscar nos da a conocer parte de su vida, llena de grandes alegrías y dolores. Transitamos por diferentes estados emotivos; reímos, añoramos y más de una lágrima vi en ojos del público. Los momentos de infancia, los sueños políticos, la familia; con sus alegrías y desventuras. Todos estos elementos llegan fuerte al espectador de una u otra manera. Es también, la historia de muchos.
A pesar de tratarse del “suicidio del clown” y Oscar ser un gran maestro de esta disciplina en Chile, El Payaso y su Doble es, sobre todo, una gran obra de teatro. Se conjugan muy bien los distintos lenguajes: actuación, narración, clown, música y circo.
La dirección es bastante limpia; las marcaciones, la ocupación del espacio, la distribución de los textos y la luz. Queda claro para dónde va el espectáculo y no nos perdemos en conjeturas. Sin embargo, algunas partes aún están muy largas, algunas escenas están dominadas por el tiempo de la música dejando ciertos bajones en la obra.
Oscar quiere matar a Maletín, ya no aguanta más a este personaje que lo acosa y lo acompaña desde su más tierna infancia. Este doble lo llevó a pagar altos costos por las decisiones de su vida. Esta dualidad está presente en todo el trabajo. La música, los útiles escenográficos, el actor y el clown, lo trágico y lo cómico, la decisión y la incertidumbre juegan a favor, para identificar con placer las duplicidades del espectáculo, del protagonista y de nosotros mismos.
Otros dobles aparecen en el espectáculo. Aún están muy presentes en la obra, el texto tal como lo escribió el autor, las marcas y desplazamientos tal como las pidió el director. Hace falta suicidar también estos dobles y que el elenco tome para sí el espectáculo. Así el clown, que es oficio de todos los actores que componen el repertorio, podrá aparecer con más libertad.
Otro factor importante de la puesta en escena y que nos provoca cierta incomodidad es que – muy distinto de las desgracias y melodramas televisivos, que a largo plazo nos hacen indiferentes – este fragmento de la vida de Oscar transformada en obra de arte, nos permite acercar al ser humano. El Clown cumple este papel importante de desnudarse y desnudarnos a la vez. Al reconocernos desvestidos y ver también así el payaso no nos da vergüenza. Nos acercamos afectuosamente a él.
El payaso y su Doble es producto de un FONDART de excelencia y resulta ser un espectáculo de excelencia.
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