martes, 25 de octubre de 2011

Análisis de Espectáculo







UBU VIRREY


“Un camino hacia el atrevimiento”





Acto Primero


Alfred Jarry, dramaturgo y poeta francés, nacido en Laval. Destaca en la literatura por sus hilarantes obras de teatro y su estilo de vida disoluto y excéntrico. Su primera obra, Ubu rey (1896), la escribió cuando tenía 15 años y se interpretó por primera vez en el teatro de marionetas de Pierre Bonnard (1898), siendo una de sus voces la de la actriz Jovita Nadal. La obra la llevó a escena Firmin Gémier en 1896 y desde la noche del estreno se convirtió en una referencia clave para el surrealismo francés. En ella Jarry arremete contra la visión tradicional de la autoridad a través de la llegada al poder de un grotesco y pomposo rey, Ubu, y su esposa, Madre Ubu, que simbolizan la codicia, la ignorancia y las actitudes burguesas. Esta farsa, cuya presentación provocó un auténtico escándalo, está considerada como la primera obra del teatro del absurdo; http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1862


Acto Segundo


Existen muchos caminos para atreverse a dar vida a una historia a través del arte de los títeres. Plantear diferentes técnicas del trabajo con muñecos (cuatro: Guiñol, títere plano, teatro de sombras y sujeción directa) y hacer que éstas se unan en una misma puesta en escena, es ardua tarea y un camino atrevido, arriesgado y hasta peligroso.


Pues bien, la Compañía El Submarino Invisible Del Capitán Nemo en coproducción con Títeres en Peligro - y el Teatromuseo - junto a sus intérpretes, logran dar vida a un texto inquisidor, que se ve manifestado y reflejado en cada uno de sus personajes, principalmente en el Padre y la Madre Ubú. La puesta en escena nos sitúa en un universo grotesco y aterradoramente actual. Nos muestra – absolutamente desprovista de cualquier hermetismo - que desde su estreno en París, el 10 de diciembre de 1896 a la fecha, que como sociedad no hemos aprendido nada. O que nuestra lucha contra las distintas tiranías y expresiones de grosera e ineficiente política no han sido eficaces, o demasiado fuera de foco. Ubu Virrey es una excepcional adaptación y cuenta con muy bien logrados regionalismos chileno-colombianos que dan un toque especial y divertido al montaje.


Acto Tercero


La construcción de los títeres es genial. El uso de los materiales y los detalles de manufactura. Son muñecos extremadamente expresivos, grafican y concretizan lo grotesco, la crueldad, la tiranía política y humana que existe en los pueblos, en muchas familias y en la vida cotidiana; una realidad fantástica pero más cercana de lo que se cree.


El diseño integral de la obra, más el trabajo interpretativo de los titiriteros, que a ratos sorprenden entre los cambios sostenidos de muñecos y voces, una escenografía mínima y eficiente, con espacios escénicos bien aprovechados y la música, entregan al espectador un universo complejo - no estamos acostumbrados a un teatro de muñecos tan brutal - pero fácilmente reconocible y deliciosamente sencillo.


Los muñecos biplanos son bellos, pero aun no encuentran su lugar en el montaje. Aparecen para graficar algunos pasajes pero si hiciéramos el ejercicio de imaginar la obra si ellos, no sentiríamos mucho su falta.


Acto Cuarto


El texto es complejo e inevitablemente requiere de un trabajo de recorte intenso que está logrado en el montaje. Aun con un montaje interesante por la puesta en escena y la actuación de los muñecos, resulta cansador en algunos momentos. El engolosinamiento puede resultar peligroso.


El uso de apagones durante la obra, debiera funcionar como un personaje más dentro de la negra puesta en escena. Se entiende que así lo plantea el director. Aún así, es un arma de doble filo, que puede perjudicar y contribuye a un cansancio innecesario del espectador y de la obra (sobre todo, cuando aun no hay una coordinación entre la obscuridad y la acción invisible de los titiriteros que arman y desarman en estos espacios negros y el espectador los descubre!).


Acto Quinto La canción del descerebraje.


El Teatro de Animación es un arte que a ratos viene dando saltos cualitativos en América Latina. Espectáculos como Ubu Virrey son ejemplos de lo lindo que pueden llegar a ser y lo más importante: llevar a los asistentes a una reflexión activa de su entorno y condición como sociedad.


“Mirad, mirad la maquin' girar,


mirad, mirad el cerebr' saltar,


mirad, mirad a los rentistas temblar.


¡Hurra, cuernos en el culo, viva el Padre Ubu!”





Larga vida a UBU VIRREY!!!

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